martes, 30 de abril de 2019

Vías Verdes en Aragón: pedalear por la naturaleza

Las traviesas del ferrocarril de las líneas abandonadas han dado lugar a estas rutas que discurren por los antiguos caminos de hierro y que permiten disfrutar del paisaje de manera accesible. En el territorio aragonés existen seis y se proponen más

MARÍA JOSÉ MONTESINOS



Vía Verde de la Val del Zafán, a su paso por la comarca del Matarraña.Archivo de la Comarca del Matarraña/Matarranya


Antiguos trazados de ferrocarril por los que el tren hace años que no pasa han encontrado una nueva vida al ser recuperados como vías verdes, convirtiéndose en rutas para disfrutar en bicicleta. También pueden recorrerse a pie, por lo que muchas de ellas comparten también declaración como Camino Natural. En Aragón se cuenta con tres vías verdes de larga tradición: Ojos Negros y Val de Zafán, en Teruel, y la del Tarazonica, en Zaragoza. Además, existen otras tres de corto recorrido: la Vía Verde Oliver-Valdefierro, 2,6 km en la ciudad de Zaragoza, la Vía Verde del Canfranero, en la de Huesca, y el tramo Jiloca de la Vía Verde Santander-Mediterráneo. Suman en total 186 km ciclables de antiguas vías ferroviarias por las que ya no pasa ningún tren, que discurren por paisajes muy diversos y de gran valor natural y que son accesibles a todos los públicos. Barbastro y Castejón del Puente reivindican una vía verde que llegaría hasta Monzón.

Vía Verde de Ojos Negros

La Vía Verde de Ojos Negros sigue el trazado del antiguo ferrocarril que transportaba el lignito extraído en las minas hasta el puerto de Sagunto y en 1972 dejó de utilizarse definitivamente. Es la más larga de España, con sus 195 km (92 km en territorio aragonés) en los que se va desde el interior de Teruel hasta el mar, tocando en medio la sierra de Javalambre. El punto de partida es Santa Eulalia, en la comarca Comunidad de Teruel, aunque se han dado pasos para que comience en su inicio real en Ojos Negros, dentro de un proyecto que acabaría uniéndola con Campo de Daroca y Comunidad de Calatayud (donde ya existen 2 km en Paracuellos de Jiloca y 7,5 en Calatayud, el mencionado Tramo Jiloca), para unirlo a la línea Santander-Mediterráneo que, con 800 km, sería la de mayor longitud de Europa. La Vía Verde de Ojos Negros ofrece una gama de paisajes de gran diversidad, por su longitud y el gradiente de altitudes que recorre. Santa Eulalia y Cella tienen un clima continental extremo, en donde predomina un paisaje de vegetación rastrera y campos de cereal. Al llegar a Teruel encontramos pinares de pino negro y pino carrasco, y al pasar el puerto de Escandón, con sus 1.223 m de altitud, el clima cambia y comienza a ser mediterráneo. La bajada acerca ya al ciclista a Albentosa, con sus llanuras, donde empiezan a verse los rebollos y las carrascas plantadas por Sarrión para producción trufera. Desde allí queda ya poco hasta Barracas, la primera localidad de Castellón, a solo 70 km del Mediterráneo.

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